
En formato culebrón de verano, nada menos que a través de unas manifestaciones a la prensa realizadas por el Ministro de Fomento José Blanco, el Gobierno parece dispuesto a aplicar una congelación a los sueldos de los empleados públicos para el próximo año 2010. Por el momento, el Ejecutivo todavía no ha propuesto oficialmente esta medida en la Mesa General de Negociación, aunque todo apunta a incrementos del 0 %, o muy cercanos.
Para la Federación de Empleados Públicos de USO, además de lo rechazable de la forma del anuncio, -fuera de la Mesa que debe abrir la negociación y a través de un Ministro ajeno al ramo económico o de las Administraciones Públicas que no acostumbra a dar puntada sin hilo-, la eventual congelación de los salarios del sector público es una medida injusta e innecesaria que sólo provocará perjuicios a más de dos millones y medio de familias, e impactará negativamente en la estimulación del consumo, en la creación de empleo y en el desarrollo de la actividad económica.
Ante este nuevo aropello del Gobierno contra los funcionarios la única respuesta que cabe es darle donde más les duele: Moderar el consumo de manera extrema. Estamos congelados pues no podemos contribuir a reactivar la eonomía. Es la única manera de hacerles ver el error y la injusticia que vuelven a cometer.
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